Orloj

Sin lugar a dudas, las marionetas más horribles de Praga se venden en un pequeño puesto del mercado de Havelská. Su propietario, el señor Herzl, personaje oscuro y huraño, despierta una mezcla de odio y temor entre sus compañeros, siempre vigilantes y recelosos de su deforme ejército de madera. Una noche en que los efectos de la absenta son especialmente intensos en él, Herzl tiene la osadía de invitar a su humilde hogar a la mismísima Muerte que, desde el teatrillo del reloj del Ayuntamiento, mide el tiempo y los designios de cada uno de los habitantes de la ciudad. En vez de eso, es ella misma quien le franquea la entrada al interior de un mecanismo en el que Herzl puede vislumbrar la compleja interacción de las leyes numéricas, geométricas y astrológicas que rigen el cosmos. Esta visión le conducirá a un recorrido delirante por la ciudad en el que las leyendas y supersticiones locales, junto con el poder sugerente de la cábala, la metafísica y las ciencias ocultas, se unen a un continuo titubeo entre realidad y fantasía que lleva a preguntarse por lo que esconde de nuestro destino la irónica sonrisa del esqueleto que marca el paso de las horas.

Raquel Jimeno.